Respetar las normas de circulación, extremando la precaución al volante y señalizando con antelación las maniobras, especialmente en cruces, pasos a nivel, curvas, entre otros.
Conforme a las condiciones de la vía, del tráfico y del clima, adapta la velocidad del vehículo.
No es recomendable realizar desplazamientos largos por la noche. Se sugiere planificar las rutas de acuerdo a tiempos y recorridos razonables, realizando descansos y pausas activas.
En horario nocturno, se debe adaptar las luces a cada momento, procurando no deslumbrar.
Utilizar siempre el cinturón de seguridad del vehículo, y regular adecuadamente el asiento, los espejos y el volante, antes de iniciar el recorrido.
Mantener la distancia, permitiendo detener el vehículo sin complicaciones ante una situación de emergencia o mantener acciones evasivas en caso que los vehículos a su alrededor realicen acciones temerarias o de despiste.
Realizar las revisiones obligatorias y pertinentes del vehículo para mantenerlo a punto, reportando las novedades al área de mantenimiento.
No consumir bebidas alcohólicas ni otras sustancias que afecten la conducción. Se debe consultar las contraindicaciones de los medicamentes y en especial los efectos de la interacción entre ellos, ya que pueden producir somnolencia.
No usar equipos móviles mientras se conduce, y evitar distractores como comer, manipular equipos electrónicos, buscar pertenencias, entre otros.
Se debe revisar la vigencia de los documentos del vehículo, solicitando la renovación de los mismos.